20 de febrero de 2009

¡Qué asco!

Un comunicado de las Farc divulgado a través de Anncol dice que devolvieron a través de la Cruz Roja Internacional a su familia a la menor Angélica Martínez, infiltrada por la Brigada móvil 8 de Planadas (departamento del Huila), en esa organización guerrillera.

No he visto ninguna reacción de los medios masivos de comunicación en torno a este comunicado de las Farc que seguramente conocen, pues, Anncol se ha vuelto fuente de información y su página en Internet debe ser monitoreada constantemente por la prensa.

La versión del comunicado de las Farc aparece en AGENPRESS.info en su boletín de hoy viernes 20 de los corrientes.
Cuando uno piensa en el ministro de Defensa Juan Manuel Santos, que hace honor al engaño como el más sutil arte de la guerra; que plagió el emblema de la Cruz Roja y de Telesur en la ‘Operación Jaque’; que conspiró contra el gobierno de Samper y que traiciona ahora al ex presidente Pastrana de cuyo gobierno fue ministro, puede fácilmente creer que el comunicado de las Farc se ajusta a la verdad.
Y puede considerarse también en términos lógicos que el caso de Angélica no es único; que si el ministro ha descubierto que la infiltración de menores en las Farc es arma útil para combatir al enemigo, lo está haciendo con otros y otras menores en muchas partes.
Uno convendría hasta que se elevaran las recompensas a los sapos; y hasta entendería, no sin nauseas, que llegaran con pruebas tan horripilantes como manos, orejas o patas de guerrilleros que valen mil, dos mil y hasta cinco mil millones de pesos, según el rango del cadáver mutilado; pero que se induzca a menores, niños y niñas, a que se enrolen en las Farc como espías, a cambio de otorgarles cuando vuelvan en plan de desertores jugosas recompensas, estudios, nueva identidad y residencia en Paris…de verdad, no hay vómito para tanto asco.
Trascribo para conocimiento general el comunicado de ANNCOL, tomado de la citada agencia ARGENPRESS.info:

"Hemos decidido entregar la joven Angélica Martínez a la CRUZ ROJA INTERNACIONAL y a la familia, por ser menor de edad y como un gesto humanitario y a la vez advertirles a la juventud que no se deje engañar con falsas promesas de la brigada móvil 8 ya que a ellos nos les importa que la juventud del área muera cumpliendo una misión que no les pertenece".

Comparte con sus lectores comunicado de las Farc, relacionado con la juventud colombiana al servicio de la criminal 'seguridad democrática' de Uribe Vélez

La seguridad democrática del paramilitar Álvaro Uribe Vélez ordena al ejército cambiarle la mentalidad a la población civil mediante engaños y falsas promesas, al que se vuelva sapo e informante a cambio de unos pesos, o una casa, o estudio que al final jamás les van a cumplir, y al contrario, estas personas que se han dejado engañar terminan en un grave problema con nuestra organización revolucionaria.

Con la llegada de la Brigada móvil 8 al municipio de Planadas algunas personas pensaron que con ellos llegaba la solución de todos los problemas sociales que hay en el área y se equivocaron, pues el ejercito solo ha causado problemas a la población civil que antes vivía tranquilamente, las carreteras se acabaron, la agricultura en la región es un desastre, los campesinos ya no pueden comprar remesa como antes porque el ejercito les prohíbe, se incremento el consumo de marihuana, bazuco, el ladronismo, l! a prostitución, etc.

El ejército trata de ganarse algunas muchachas menores de edad, primero conquistándolas como amantes de soldados y de los mandos y luego las convencen a que ingresen a la guerrilla, hagan trabajo de inteligencia y después deserten para que lleven toda la información sobre los trabajos y movimientos de la organización revolucionaria. A cambio les ofrecen millones de pesos, o estudio en la capital y le pintan una vida maravillosa en el extranjero. Ante tanta belleza, ingenuamente algunas muchachas han caído en el engaño.

Por ejemplo: A la joven y estudiante Angélica Martínez de la vereda La Unión, los capitanes Alexander Ballesteros y Arles Vásquez la convencieron para que ingresara a la guerrilla y luego desertara. La joven menor de edad, con la ilusión de las falsas promesas ingresó a la guerrilla donde inmediatamente descubrimos su plan. La brigada móvil 8 viola el derecho internación humanitario al involucrara menores de edad y población c! ivil en esta guerra fratricida que ha declarado el paraco de U! ribe en todo el país.

Hemos decidido entregar la joven Angélica Martínez a la CRUZ ROJA INTERNACIONAL y a la familia, por ser menor de edad y como un gesto humanitario y a la vez advertirles a la juventud que no se deje engañar con falsas promesas de la brigada móvil 8 ya que a ellos nos les importa que la juventud del área muera cumpliendo una misión que no les pertenece. La vida no es tan fácil como ellos la pintan, la plata no se consigue volviéndose sapo e informante, traicionando a sus propios vecinos, a su familia o a su pueblo. Es mejor vivir como antes donde no se miraban tropas del estado fumando marihuana, bazuco, y atropellando a la población civil.

La juventud y los padres de familia deben saber que ser sapo es involucrarse como activo participante de la guerra. El ejército de Uribe pone a la juventud del área como carne de cañón, ellos no arriesgan nada. El retorno a su familia de la joven! Angélica Martínez es un llamado de atención para que ninguna otra joven caiga en ese error. La traición tiene un precio bastante alto. Trabajen por el bien de la comunidad, de sus familias y por la solidaridad entre todos los habitantes del área. Nada de noviazgos o amistades con los paracos uribistas.

COMPAÑÍA ALFREDO GONZALEZ FARC - EP.
COMANDO CENTRAL ADAN IZQUIERDO.

14 de febrero de 2009

Tacó burro la CGT

“La CGT apoya a Gustavo Petro”, dice un comunicado de esa central obrera expedido el 11 de febrero a raíz de la renuncia del senador al Comité Ejecutivo del Polo dizque por falta de garantías.

En forma diligente, actitud que ahorra en otros menesteres más propios de su razón de ser, la CGT da por cierto que Petro es víctima (pocrecito él) de un complot dentro de su partido para cerrarle el paso a una eventual candidatura presidencial.

Para poner en contexto a los lectores, debemos recordar que el Secretario General de la CGT, Julio Roberto Gómez, es (o fue) miembro del Comité Ejecutivo Central del Polo Alternativo Democrático (PDA) y ese respaldo a Petro no parece gratis, o no parece, al menos, basado en una conveniencia de interés nacional y ni siquiera de interés gremial, pues, no se conoce en Petro ningún liderazgo en defensa de los derechos de los trabajadores.

Su liderazgo, si se tratara de resumirlo, se ha construido, primero como guerrillero del M-19; segundo como senador (crítico acervo del presidente Uribe y del paramilitarismo) y, ahora, como pragmático militante de un movimiento en busca de aguas más propicias al solio de Bolívar, sin tener que confrontar discusiones de tipo social, económico y político con Uribe que sigue rodeado por una derecha dispuesta a todo, con tal de mantenerse en el poder.

Debe entenderse que el respaldo de la CGT a Petro es un respaldo a su precandidatura presidencial, lo que comporta de entrada un apresuramiento, pues, la CGT, como cuerpo sindical suprapartidista por esencia que es no se puede parcializar tan a la carrera en pro de uno de los aspirantes, y en segundo lugar, sin tener en cuenta que lo propio de la lucha interna entre los partidos cuando de candidaturas presidenciales se trata, es la confrontación entre los aspirantes.
No está bien que a esta lucha trate de dársele un cariz fratricida. Es, y para poner un ejemplo de moda, como si el sindicalismo estadounidense que se identifica con el partido Demócrata se hubiera agarrado de las mechas, y aún estuviera echándose vainas entre los que querían a Obama y los querían a Hillary.

En el Polo hay dos aspiraciones concretas a la candidatura presidencial: Gaviria y Petro. Y puede que en el transcurso del debate otros caimanes quieran echarse al agua. Y lo que debe esperarse es que entre los aspirantes haya una lucha democrática por la nominación; primero dentro del Comité Ejecutivo y luego en el Congreso de la colectividad.

Parece que Petro perdió la primera batalla y, como mal perdedor, corre dizque a renunciar al Comité por falta de garantías. En esa misma línea debiera esperarse que también renuncie al Partido si pierde la segunda batalla en el Congreso del Polo.

En alguna oportunidad el ex presidente López, para inducir en el inconsciente colectivo de los colombianos la candidatura presidencial de Virgilio Barco (1986-1990) se preguntó: “¿Si no es Barco quién?”, y resultó efectivo y contundente.

Ahora Petro, parodiando a López y actuando en interés propio, es decir, de manera megalómana, parece decir a los colombianos de izquierda, de cara a las próximas elecciones presidenciales… “¿Si no soy yo, quién?”.

Y en el caso de la CGT, tacó burro. No está bien que una central obrera tome partido por un precandidato, considerando que como organización suprapartidista, puede estar hiriendo susceptibilidades ideológicas de muchos de sus afiliados que quizás tengan prelación por otros aspirantes.

Por demás, en el momento actual, la CGT debiera estar más pendiente de ver cómo va a enfrentar la prolongación de un régimen neoliberal que le ha venido robando en los últimos tiempos un incremento salarial justo y equitativo a los trabajadores, y que en el último año fue ostensible; un régimen que ha profundizado el desmantelamiento de la seguridad social y que se propone culminar la obra con otra reforma laboral que acabe con el Salario Mínimo, y que en el campo internacional persiste en la instauración del TLC que nos endosa al capitalismo multinacional como colonia económica, antes que andar echando baza en disquisiciones partidistas.

Por ejemplo, un comunicado de la CGT apoyando las últimas críticas que al gobierno colombiano hizo la audiencia en el Congreso de E.U. sobre los crímenes de sindicalistas, de amplia divulgación en nuestro medio, hubiera caído mejor entre los trabajadores colombianos que esa parrafada final de su comunicado apoyando a Petro en la que sentenciosa y arrogantemente dice:
(…) “El compañero GUSTAVO PETRO, es un líder emblemático, es de lejos el mejor congresista que tiene el Parlamento colombiano (SIC) y en la práctica, ha demostrado coherencia y objetividad a la hora de actuar y si él resulta incómodo para el PDA, entonces somos muchos los que sobramos”.

¿Asume la CGT el derecho a pensar ideológicamente por todos sus afiliados? ¿No hay en la CGT simpatizantes de Carlos Gaviria o de otros partidos y otros candidatos?
¡Ojo, que con ese comunicado, la CGT puede estar coartando la libertad de pensamiento de muchos de sus afiliados! Y, quizás, entrometiéndose en algo que no está en manos del Polo resolver, como es el hecho de que ANCOL, una agencia de noticias, sirva de vocera de las Farc y al mismo tiempo opine libremente sobre el devenir político del PDA.

Todo lo contrario: si el PDA pudiera contener la lucha armada de las Farc y orientar en la forma que quieren Petro y la CGT las noticias y opiniones de ANCOL, estaría mostrando que efectivamente tiene mando y voz en esos confines de la problemática nacional.

Ni Petro ni la CGT, y por supuesto tampoco el Polo, pueden prohibir la libertad de opinión a un medio que, en tanto en cuanto se mantenga dentro de los parámetros legales y constitucionales, puede difundir libremente su pensamiento, como lo hacen los medios afectos al gobierno, buena parte de ellos por medios electrónicos que pertenecen al Estado, es decir, a todos los colombianos; y financiados por abundantes recursos públicos provenientes de impuestos que pagamos todos nosotros.

Finalmente, el comunicado de la CGT apoyando a Petro parece inspirado por el mismo Petro cuando coincide con él en que (…) “El PDA debe ser algo más que un proyecto antiuribista”. Recuérdese la entrevista de Petro a la revista Cambio en el mismo sentido en la que abrió el hueco por donde ahora se escapa no sólo la unidad del Polo sino la mayor aproximación que ha tenido la izquierda colombiana en toda su historia de convertirse en verdadera alternativa de poder.

Y ahí sí, parodiando a López, podría preguntarse… “¿Si no es contra Uribe, entonces contra quién?” ¿Acaso la CGT duda a estas alturas que Uribe es la cabeza visible de todas nuestras vicisitudes?

Petro, primero, y ahora la CGT, parecen meterle palos a las ruedas del cambio de corriente ideológica, y por ende de gobierno en Colombia, un país que parece condenado a quedarse a la vera de las reformas políticas y sociales que se respiran en otras latitudes Latinoamericanas, y particularmente en Suramérica.

4 de febrero de 2009

¿Quién tira la primera piedra?

OCTAVIO QUINTERO
04 – 02- 09

El periodismo independiente no existe. Existe en la comunicación de masas una mayor o menor objetividad que camina por los sutiles intersticios de la ética profesional y la responsabilidad social.
Por eso, la democracia debe garantizar, y en el papel lo hace, una información veraz e imparcial (y yo agregaría oportuna y variada), a la sociedad.
Pero siempre que los periodistas, columnistas y escritores nos expresamos en los medios de comunicación social, alguna predisposición nos orienta el mensaje, y a veces esa predisposición nos traiciona en el campo puramente informativo, descubriéndonos sobremanera la parcialidad.
En ese contexto, si en algún momento de la historia puede afirmarse que no existe el periodismo independiente, es hoy en día en que los grandes medios de comunicación social han cerrado filas en torno a prominentes y predominantes grupos que los han convertido en empresas holding de sus imperios económicos.
El Tiempo de Bogotá, tras el estreno de su nuevo director bajo la égida de Planeta, nos acaba de comunicar en su primer editorial que es defensor del libre mercado, ese mismo que tiene al mundo capitalista en su laberinto y a la humanidad entera hundiéndose cada día más en la pobreza.
El último proceso sobre liberación de secuestrados en Colombia nos ilustra de manera esplendorosa la función de los medios y sus perfiles informativos.
En el mismo sitio, con el mismo encargo y a la misma hora, pero con distintos perfiles, estaban los periodistas, Daniel Samper Pizano y Jorge Enrique Botero. El primero optó por mirar y callar; el segundo por mirar e informar.
¿Quién puede decir que el uno lo hizo bien y el otro mal? Nadie, y es más: ambos actuaron acorde a sus papeles del momento. Samper le juega a la gran prensa, de la que ha sido, es y será hijo predilecto; y Botero a la prensa alternativa, a la que le interesa difundir más lo que a la primera le interesa callar.
Resulta hasta gracioso el juego. La prensa de Samper anda criticando a Botero por fungir de periodista en momentos en que el asunto era de periodistas. Tan así, que por prohibirles el ejercicio libre de su trabajo, le costó el puesto a uno de los inamovibles de Uribe: el Alto Comisionado de Paz, Luis Carlos Restrepo; y la prensa de Botero quizás encuentre hasta ridículo al laureado fundador del periodismo de investigación en El Tiempo tragando entero, como las boas, semejante chiva.
A los periodistas todos nos resulta odioso que las fuentes privilegien a los colegas por la importancia del medio en que trabajan. Claro –aclaro- nos resulta odioso cuando el privilegiado no es uno.
Hoy es vox populi que cuando el presidente Uribe quiere hacerle show mediático a alguna cortina de humo, llama a Vicky Dávila de RCN-TV que, por supuesto, no es la única privilegiada, porque, con tanta cortina de humo como se extiende en este gobierno y con tanto que le gusta el show mediático al presidente Uribe, debe tener, como dice el tango, en cada puerto un amor.
Es el caso, y para cerrar, del periodista Hollman Morris. El no tiene su privilegio informativo en las altas esferas del gobierno (como la Dávila), sino en las altas esferas de las Farc, y su labor periodística no puede censurarse, como no podría censurarse la de Vicky Dávila. A Ella le tocó su cuarto de hora como en el pasado otros colegas: recuérdese a Jaime Soto, Darío Hoyos (El Pájaro), Alberto Giraldo (el consentido de los Rodríguez Orejuela) o Darío Silva (el famoso “Lambicolor”), para algunos ejemplos tomados al azar de la frondosa lista de aquilatados periodistas ‘independientes’ de Colombia que cada cual puede completar con la lista de su respectiva región o país.
Y menos puede censurar a nadie el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos que, tanto como periodista como funcionario público ha atropellado toda ética y moral hasta el descaro.
Venir a darnos clase de ética periodística un niño que pagaba con artículos en El Tiempo su corbata en Londres por cuenta de la Federación de Cafeteros, o de moral, un funcionario público que se jacta de la mentira y el engaño como el más sutil arte de la guerra, ahí sí, como dicen… “ni tanto honor ni tanta indignidad”.

2 de febrero de 2009

Uribe no va más

OCTAVIO QUINTERO
02-02-09

La opinión pública que se difunde a través de los medios de comunicación en forma de noticias, editoriales y columnas, orienta a veces y dirige las más, la opinión popular que se conforma a través de aquellas cosas que la gente toma por válidas y, frecuentemente, por verdad revelada. Esto es premisa universal.
Que se oriente y hasta pretenda dirigirse en cierto sentido la opinión popular, es necesario; que se manipule, es criminal.
Colombia, por ejemplo, es un país de una opinión popular muy manipulada.
El ex presidente López se valió de la duda metódica para apuntalar la candidatura presidencial de alguien que no parecía colombiano, que no hablaba como colombiano y que no pensaba como colombiano y que, finalmente, en la práctica no fue el presidente de Colombia porque el Alzheimer no le permitía tener autonomía cerebral.
¿Si no es Barco, quién?
Y de pronto, como flechados por la ciencia infusa del Espíritu Santo, todos los colombianos comenzaron a preguntarse con López: “Verdad: ¿si no es Barco, quién?
¡Y eligieron a Barco!
Validos de esa argucia política, parece que los colombianos todos volvemos a entrar en la duda metódica: “¿Si no es Uribe quién?
Tan falsa es la postura política que pretende convertir a Uribe en insustituible, que apenas hace seis años, tan sólo un puñado de colombianos conocía a Uribe. Eso sí, colombianos muy bien instalados en los riñones del poder como Fabio Echeverri, Ardila Lulle, Santo Domingo, Sarmiento Angulo, Hernando Santos y, por supuesto, su casta antioqueña con el “Sindicato” empresarial y El Colombiano a la Cabeza.
Y algo también muy determinante y que merece punto aparte: los pavorosos paramilitares que andaban descabezando, literalmente hablando, a todo el que se opusiera a la entronización del nuevo rey de la política colombiana.
Bastaron pocas semanas para que Uribe, madurado en papel periódico como los aguacates, se consolidara como el redentor de ese pecado original que nos dejaba Pastrana al entronizar en la cúspide de las disquisiciones políticas la paz con las Farc.
Como Uribe, a pesar de seguir echando candela como loco a todo lo que se le oponga a esa laxa interpretación que se le ha dado a la “seguridad democrática”, como en la “Perrilla” de Marroquín “no ha podido cazar tampoco al maldito jabalí”, entonces cabe, ahí si con toda su carga de emoción subliminal la pregunta: “¿Si no es Uribe, quién?
Ese es el problema. Cuando nos preguntamos quién podrá suceder a Uribe el subconsciente nos completa la frase diciendo… “que pueda acabar con las Farc”.
Es decir… les pregunto: ¿un Uribe más bestial? Es lo que parece imposible. Como imposible sería también retornar a un gobierno tipo Pastrana.
Hoy en día, consolidada como resulta evidente la democracia mediática que reemplaza a los partidos políticos, no parece posible encontrar un sucesor de Uribe sin ayuda de los grandes medios de comunicación social.
Si en algún momento, esos medios encontraran que el único tipo que parece serio en la política colombiana, como lo asegura Antonio Caballero en su última columna de Semana, es Carlos Gaviria, entonces, el sucesor de Uribe sería Gaviria; o si vieran que los resultados de Piedad Córdoba en su tenaz lucha por la liberación de los secuestrados es el camino a seguir, entonces la sucesora sería la Negra. O tal vez, si los medios empezaran a aleccionarnos sobre la pedagogía de Antanas como la única fórmula para alcanzar la convivencia ciudadana, el hombre sería ese. O si la solución está en tomar todo en broma y matizarlo con chistes flojos, al mejor estilo Samper, ahí tenemos a Lucho; Y si es que necesitamos un “pragmático” de esos que le prenden una vela a Dios y otra al diablo, pues, votemos por Petro.
O tal vez, quien quita, si esos medios reflexionaran sobre la tremenda injusticia que cometieron con Serpa, quizás, entonces, pudieran tenderle una nueva y decisiva oportunidad.
O sea que hay muchos potenciales sucesores de Uribe, incluyendo, por supuesto, a sus axilares y obsecuentes peones que apenas se asoman al panorama electoral como los topos tiernos a la luz del día, por temor a que el “Patrón” les mande a liquidar como, y por ejemplo, es lo que anda haciendo con Vargas Lleras.
En síntesis, sucesores de Uribe es lo que hay, tanto para apuntalar su seguridad democrática como para devolverle al país la seguridad social y equidad económica perdida en estos aciagos años de neoliberalismo. Lo que pasa es que los medios no se han decidido por ninguno.
Pero lo que parece claro, por lo de El Colombiano que informa en primera plana que Uribe no irá a nueva reelección, y por ciertas posiciones calculadas de El Tiempo en sus noticias, en sus editoriales y en sus columnistas; y por sugestivos editoriales de otros medios regionales, y por el auge que ha tomado la comunicación virtual, en la que juiciosamente se enjuicia la obra de este gobierno, y muy especialmente por ese discurso de Obama en el que corta de tajo con (…) “aquellos que se aferran al poder mediante la corrupción y el engaño y la represión de la disidencia”, es que Uribe no va más.
Ya verán… Ya verán…