28 de noviembre de 2008

Julito quebró a Granahorrar

Memorias mías


OCTAVIO QUINTERO
28 – 11 – 08

Carlos Castillo Cardona recuerda en su columna de El Tiempo (26 – 11 – 08) una anécdota muy simpática sobre la quiebra del banco Pedro A. López por allá en 1926. Pero lo más simpático es que la titula “Julito, no me cuelgue”.
Permítame, don Carlos, tomarme su título (“Julito no me cuelgue”), para recordarle a Julito una anécdota de 1998 sobre la quiebra del Banco Granahorrar, de la cual fui testigo ático y se encuentra reseñada en una columna de la época publicada por El Espectador bajo mi firma.
Julito tenía en alguna emisora de RCN un programa informativo con micrófono abierto que ha sido su costumbre y su éxito. Yo era asesor de presidencia de Granahorrar.
Dicen, los que trabajaban por dentro con Julito, que cuando algún oyente llamaba a criticar alguna empresa, lo primero que preguntaba Julito a sus asesores era si la empresa en cuestión tenía pauta o no con el informativo. De eso dependía que la crítica se difundiera o no al aire.
Julito alternaba su función periodística en radio con un programa de televisión, también tipo informativo.
Julito llamaba todos los días al presidente de Granahorrar pidiéndole pauta y el ejecutivo bancario se negaba a pasarle al teléfono porque, como dicen las señoras bogotanas, le tenía tirria, y también, porque el banquero era de una arrogancia inmarcesible.
Julito, que de bobo no tiene nada, se olfateó por infidencia de un accionista del banco las discrepancias que dentro de la entidad financiera se habían establecido entre los dueños sobre el reparto de los negocios colaterales que se dan en torno al jugoso negocio de captar dineros del público.
Vean ustedes que ahora la investigación más importante sobre DMG ya no está en torno a cómo fueron sus relaciones con los ahorradores o inversionistas, como quiera llamárseles, sino a cuáles eran sus otras relaciones políticas y comerciales.
Julito entonces (el muy vivo), mandó a uno de sus camarógrafos a filmar una sucursal de Granahorrar en Bogotá que estaba en remodelación y, por supuesto, su frente se veía como si hubiera sido bombardeado (muy oportuna la toma en momentos en que Pablo Escobar había sometido a bombardeo diario a la capital del país). Luego montó la noticia que tituló: AGARRÓN ENTRE LOS DUEÑOS DE GRANAHORRAR, y mientras el periodista iba contando detalles del agarrón en off, como se dice en el argot periodístico, los televidentes iban viendo en in las “ruinas” de la sucursal en remodelación.
Al día siguiente, los clientes retiraron depósitos por más de 200.000 millones de pesos y de ahí en adelante, el pánico fue imposible de parar hasta que Granahorrar quebró.
Cuando publiqué la columna en El Espectador me llamaron algunos “amigos” de Julito a decirme que si me decidía a demandarlo por pánico económico, ellos me financiaban. Les dije que no porque mi función periodística sólo llegaba –así lo creía- hasta denunciar el hecho, y les agregué que los llamados a demandarlo por pánico económico eran los dueños del banco que se consideraran afectados.
Hasta ahí llega el cuento.
Pero, “Julito, no me cuelgue”: usted quebró a Granahorrar porque no le quiso dar publicidad.

26 de noviembre de 2008

Dejémonos de boberías

OCTAVIO QUINTERO
26-11-08

El editorial de El Tiempo sobre “Relevos en la Corte” (26-11-08), es de una bobería inmarcesible. Pedirle al presidente Uribe que se abstenga de imponer en las próximas elecciones de magistrados de la Corte Constitucional a sus amigos, es como amarrar un perro con longaniza, y esperar que el animal se babee pero no trague.
Amen de que este presidente ha dado muestras de ser el más clientelista de la historia, al punto que no le ha importado nombrar a altos funcionarios internos y en el exterior con claras cuentas pendientes con la justicia, o al menos con claros impedimentos morales y éticos tiene, además, en estos momentos, dos poderosas razones para imponer como sea a sus más dilectos amigos e incondicionales secuaces en las altas cortes, el Banco de la República, la Defensoría del Pueblo, la Fiscalía, la Procuraduría, el servicio exterior, la Contraloría, o donde quiera que pueda meter las manos o las patas, ahí estará hurgando porque, si consigue la segunda reelección, los necesita; y si se va, pues qué mejor.
Es de una inocencia inmaculada el editorial cuando pide (…) “demandar del Gobierno un inequívoco mensaje a favor de preservar el fundamental equilibrio de los poderes que caracteriza a una democracia seria”.
Cierto que esos pesos y contrapesos es lo que caracteriza a una democracia seria. ¿Pero quién dijo que en Colombia se vive en una democracia seria? ¿Acaso fue seria la primera reelección que obtuvo Uribe con derecho a cohecho y todo y que El Tiempo apoyo? ¿Fue seria, propia de una democracia madura, la decisión de la Corte Constitucional que convalidó ese delito cometido en desarrollo de una reforma constitucional?
No, flaco servicio se le presta a la endeblucha democracia colombiana haciéndole creer a estas alturas – y resultados- que Uribe pueda renunciar a la oportunidad que tiene como nominador de ternas para concentrar su poder en una eventual reelección, o para enervar al gobierno de turno así sea hijo de las más profundas entrañas de su seguridad democrática, porque Uribe es un dictador y nadie como él sufrirá en los últimos tiempos la viudez del poder y querrá, por ende, seguir a su sombra.
Entre paréntesis, nominador de ternas para las altas cortes y los altos cargos de control y vigilancia que se deciden en un Congreso cogido de los testículos, como lo demostró desde el momento mismo en que le ordenó a los parlamentarios uribistas ir votando los proyectos mientras los metían a la cárcel ¡Y así fue!
El pueblo colombiano no puede esperar nada de Uribe, por las buenas. Hay que quitarle el poder. Hay que tumbar este régimen de su pedestal para instalar un nuevo régimen; un régimen socialista que haga respetar los derechos de los más débiles en vez de imponer los intereses de los más ricos sobre la sociedad.
Como paradoja, fuera bueno que el uribismo forzara la segunda reelección del elegido a ver si nos damos el lujo de aplastarlo en las urnas.
Pero sea como sea y como vengan las próximas elecciones de Congreso y Presidente, el pueblo colombiano debe empezar a pensar que muchas cosas tendrá que cambiar si quiere insertarse en la corriente de una historia política latinoamericana que intenta romper las cadenas del Imperio que le impone un orden capitalista en lo económico y una ideología excluyente en lo político.

25 de noviembre de 2008

I’m neoliberal: thank’s

OCTAVIO QUINTERO
25-11-08

En mi época había un disco que se bailaba mucho en los diciembres que comenzaba por preguntar qué sería ese animal que rugía como león sin ser león; tenía melena de león y no era león; dientes de león y no era león; garras de león, cola de león y no era león, hasta que el cantante terminaba por decir con evidente sarcasmo que “era leona y no león”.
En época preelectoral en Estados Unidos dije en una columna que Obama & Mc’Cain eran lo mismo. Ambos candidatos aspiraban a dirigir un Imperio y, por tanto, cualquiera que ganara terminaba siendo el presidente del globalizado Imperio capitalista que tiene su corazón en Washington.
Pues, parece que acerté.
Los nombramientos de Obama de sus principales colaboradores en el campo económico son neoliberales, todos, y provienen de centros de pensamiento en que el libre mercado es el altar en donde se cuecen las doctrinas y teorías que han sumido al mundo en su peor colapso desde 1930, con la diferencia de que hoy no tienen a Keynes para enmendarles la teoría económica capitalista, ni el que acaba de resultar electo es Rooselvelt ni tiene tampoco la fórmula de un New Deal sino, al contrario, más de lo mismo: más plata de la que ya ha metido Bush para salvar en la cúspide a los ricos mientras los pobres siguen soportando en la base todo el peso de la catástrofe. Es la filosofía de esas pirámides que acaban de reventarse en Colombia porque el fin último de toda pirámide social es aplastar de entrada y derrumbarse después sobre la base.
¿Puede uno esperar que Timothy Geithner, jefe del Banco de la Reserva Federal de Nueva York, vaya a cambiar su teoría de librecambiasta por el sólo hecho que pasa a Secretario del Tesoro? ¿O que Laurence Summer, que ya pasó por el Tesorero va a resultar estructuralista sólo porque ahora es Jefe del Consejo Nacional de Economía?
No, ¿cierto que no?
Obama no va a hacer ningún esfuerzo por cambiar el modelo económico neoliberal, ni el Imperio lo dejaría, en caso de que quisiera.
Obama se contentará con pasar a la historia, y en verdad que resulta suficiente, por el sólo hecho de ser el primer presidente negro que llega a la Casa Blanca, y con eso tiene bastante.
Puede que algunos matices cambien en las relaciones económicas o de política internacional. Resulta apenas obvio pensar que Obama sea mejor que ese ‘cabeza de chorlito’ que todavía tiene casi dos meses para hundirse en el olvido de la historia.
Pero de ahí a creer que Obama es a la economía global como Jesús al Nuevo Testamento, bájense de esa nube.

19 de noviembre de 2008

La publicidad se trastea a Internet

OCTAVIO QUINTERO
19-11-08

Me he topado en Yahoo con una noticia que va a interesar mucho a estos brillantes quijotes que en el mundo han dado en liberar a la humanidad del yugo informativo impuesto por los grandes medios de comunicación impresos, radiales y televisivos, dominados por poderosos grupos económicos y políticos, creando e impulsando el periodismo virtual a través de Internet.
Hace mucho que personalmente no compro un periódico y cada vez escucho menos radio y veo poca televisión. Sin embargo, me mantengo plenamente informado a través de medios virtuales creados por periodistas independientes que dedican las 24 horas del día, todos los días, siete días a la semana, a explorar el mundo informativo, y con gran criterio, seleccionar aquellas noticias y aquellos comentarios y columnistas que dominan el mundo de la opinión pública, formando la consecuente opinión popular.
Quizás esté cerca la recompensa económica a su esfuerzo.
La noticia es que, según un estudio desarrollado en Europa por la empresa Interactive Advertising bureau en colaboración con Price Water House Coopers, la publicidad se muda a Internet. La inversión crece cada año y ya se sitúa en los 307,2 millones de euros en España, que no es el mercado más avanzado de Europa porque el mismo estudio indica que por delante están Alemania y el Reino Unido.
En Colombia, por citar el ejemplo que más conozco, el periodismo virtual, y en general todas las formas virtuales de comunicación, han librado batallas como las que se han dado contra las Farc y los paramilitares en pro de que liberen a los secuestrados y reparen a las víctimas, que el periodismo tradicional jamás hubiera logrado, y quizás ni siquiera se hubiera atrevido a liderar.
Otro ejemplo del dominio de la comunicación virtual en el momento actual, fue la apabullante victoria de Obama quien, según los analistas, manejo a la perfección su comunicación online.
No cabe duda que los medios digitales están ganando terreno frente al resto de medios convencionales. Internet, por lo visto aquí en Colombia a través de Columnistas Libres y el Boletín Virtual, o elementosdejuicio.com, por citar apenas tres portales de los muchos que me surten de noticias y visito con frecuencia; y por lo registrado en las últimas elecciones presidenciales de Estados Unidos; o por lo que observo en medios virtuales de Venezuela como Aporrea.org y abrebrecha.com o desde Italia laotramovida.net y desde Argentina ARGENPRESS.info, Internet, repito, se ha convertido en una herramienta indispensable para la sociedad moderna, y es el motor de muchos de los cambios que se producen en nuestra vida diaria. El mundo de la publicidad ha sabido darse cuenta y entiende que se trata del medio del futuro. Esto explica que a pesar de que nos encontramos en una época de descenso de las inversiones publicitarias, descenso que se hará más pronunciado en esta dura etapa de recesión económica en que nos ha metido el modelo neoliberal, el sector online sigue registrando fuertes crecimientos (de un 17,22% sobre el semestre anterior, y de un 29,46% respecto al mismo semestre de 2007), en Europa.
Estos números demuestran la madurez que está adquiriendo el marketing interactivo o marketing digital, cuya forma se asemeja cada vez más a la de los mercados más avanzados en este ámbito, como son los de Alemania y el Reino Unido. Los enlaces patrocinados en buscadores y los formatos gráficos, son las dos principales formas de conseguir la atención de los consumidores, y por lo tanto las más rentables.
Todos podemos tener nuestra oportunidad en Internet, y este es uno de sus principales valores. Al ser un medio relativamente poco caro, la mayoría de empresas, sean del sector que sean, o incluso los particulares, tienen la capacidad para investigar e invertir en él.
Claro que los medios virtuales deberán tener mucho tacto al elegir y diseñar la publicidad, pues, en eltiempo.com he visto unos avisos rojos agresivos y parpadeantes que lo obligan a uno a salir del enlace antes de enloquecer o coger el monitor a las patadas.

18 de noviembre de 2008

La CPI asusta a Uribe

OCTAVIO QUINTERO
18-11-08

Dice el Secretario General de la CGT, Julio Roberto Gómez, que el alto gobierno colombiano le hizo conocer su molestia por la declaración que emitió en la W radio, en el sentido de que tarde o temprano los crímenes de lesa humanidad que se vienen cometiendo en el país, entre otros los denominados ‘falsos positivos’, tendrán que llegar a consideración de la Corte Penal Internacional (CPI).
Y en un reportaje que el máximo dirigente sindical de todos los tiempos en Colombia concede al periódico CONCERTACIÓN, de la central obrera FETRABOC, dice que “no acostumbro pedir cabezas, pero en este tema de los reclutados en barrios pobres de las ciudades para asesinarlos en los campos y hacerlos aparecer como combatientes de las Farc dados de bajo en combate, el primero que debió irse del cargo era el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos”.
Uno puede preguntarse con suspicacia o sin ella: ¿Por qué molesta tanto al presidente Uribe que se hable en Colombia de asuntos que pueden llegar a consideración de la CPI? No parece que sea por defender la buena imagen del país. Si fuera por eso, el Presidente ya debiera haber resuelto por la vía más rápida la salida del gabinete de ministros como Santos, cuya justificación para no estar en ese cargo conocemos de autos, y Valencia Cossio, impedido moralmente para adelantar cualquier debate sobre reforma política o judicial, pues, su hermano menor, llegado a altos cargos de la Fiscalía por recomendación de su hermano mayor (el ministro), resultó ser una ficha importante y testaferro también de encumbrados narcotraficantes y paramilitares.
Si fuera en defensa de la buena imagen del país, el Presidente está en mora de al menos suspender en su cargo al ministro de la Protección Social, Diego Palacio, quien probablemente se encuentre adelantando con dineros públicos una defensa imposible de su delito de cohecho, cometido en complicidad con la parlamentaria Jidis Medina cuando ésta vendió su voto en la última sesión del Senado que permitió la reelección del presidente Uribe.
Y si fuera por dignidad nacional que se procura no dar pábulo a la incursión de la CPI en Colombia, ¿qué hace en la embajada de Roma el ex ministro Sabas Pretelt, también incurso en ese mismo delito de cohecho en torno a la reelección y qué en la de México, Luís Camilo Osorio, ex Fiscal General de la Nación, famoso por engavetar los más importantes procesos judiciales contra destacados miembros del narcotráfico y la parapolítica?
¿Qué hacen libres su primo Mario Uribe y el ex jefe del DAS, Jorge Noguera, por quien un día dijo el Presidente que estaba dispuesto a meter sus manos al fuego? Libres, no por inocentes sino por irregularidades en el procedimiento, o fallas en el debido proceso, un elemento jurídico esencial de la democracia, la verdad sea dicha, pero que en Colombia sólo se le concede a quienes tienen harta saliva para tragar buen hojaldre.
Si no es por preservar la buena imagen del país, buena imagen que, entre otras cosas, ya está hecha hilachas merced a los anteriores casos que se citan sólo a manera de ejemplo, entonces… ¿Qué es lo que tanto mortifica al presidente Uribe cuando una persona, de algún nivel importante, especialmente en el campo internacional, como es el caso del Secretario de la CGT, menciona la posibilidad de que la CPI avoque estos casos de lesa humanidad?
No quiero ni pensarlo porque en esto parezco adivino. Hoy en las noticias que me llegan por el correo virtual del profesor Oscar Delgado, se informa que “cuatro ex presidentes padecen hoy afugias judiciales”.
La noticia se refiere a Carlos Menem, de Argentina; Sánchez Lozada, de Bolivia; Miguel Ángel Rodríguez y Rafael Ángel Calderón, de Costa Rica.
En mi libro “La mentira organizada”, del 2001, (Pags. 60 y 61) me refiero concretamente a Menem y agrego a Fujimori del Perú; De la Madrid y Salinas de Gortari de México; Carlos Andrés Pérez de Venezuela y Cardoso de Brasil… “que enfrentan el crudo juicio de la historia y otros que no han podido sacar sus bultos de los estrados judiciales”.
La molestia de Uribe con el Secretario General de la CGT por hablar de la posibilidad de que la CPI avoque estos incómodos asuntos debe ser por aquello de que, como dicen… “en casa del ahorcado no se habla de sogas”.

oquinteroefe@yahoo.com

11 de noviembre de 2008

Memorias mías

OCTAVIO QUINTERO
11-11-08

El 21 de julio de 1997, el entonces fogoso columnista de El Tiempo, Enrique Santos Calderón, en su muy leída columna de “Contraescape”, citaba como testimonio ex cátedra al furibundo ex ministro neoliberal Rudolf Hommes, tan distinto al izquierdoso Hommes de hoy, quien afirmaba, también en una columna del ¡oh glorioso periódico de los Santos! que (…) “ en toda América Latina se ha demostrado que crecimiento económico y mejor distribución del ingreso se han dado allí donde ha habido apertura y reformas económicas”.
A la distancia de hoy (más de 10 años), pues, esto que ponía a Hommes en el altar de los gurús de la teoría económica neoliberal en Colombia y Latinoamérica, suena a chiste.
Ese día, le dirigí a Santos Calderón una nota en la que le decía…
“No le creas mucho a Hommes (…)
¡Atención a estos datos!:
La gema de la corona neoliberal en Latinoamérica que es Chile, el Ministerio de Planificación revela en su informe de 1997 que el 20 por ciento de los hogares más ricos captó el 57.1 por ciento de los ingresos, en tanto que el 20 por ciento de los hogares más pobres sólo alcanzó el 3.9 por ciento de los ingresos totales.
El ex ministro Alejandro Foxley (…) dice: “El proceso de globalización ha generado un crecimiento económico acelerado, proceso que tiende a generar oportunidades de negocios y un aumento de los ingresos, principalmente para los grupos de ingresos altos y medios”.
Este dato, tal vez en otra época, te hubiera llenado de dolor: Bajo el fugaz régimen de Salvador Allende (son cifras de las propias autoridades chilenas), la relación entre los ingresos de los trabajadores y los capitalistas logró ponerse al 60/40 respectivamente. Al concluir la dictadura Pinochet, esta relación se había invertido: 60 por ciento de los ingresos era para los capitalistas y 40 por ciento para los trabajadores.
No quiero abundar en ejemplos, pero lo mismo está ocurriendo en Argentina, México y, por supuesto, en Colombia.
Y permíteme dos reflexiones breves más:
1.- El empleo informal, asociado a la pobreza, representa actualmente el 56 por ciento de la fuerza laboral en América Latina, según estadísticas de la OIT.
2.- No te asombres si al fin Marx tenía razón cuando predijo que el capitalismo (el capitalismo salvaje -digo yo), lleva intrínseca su propia destrucción. Nada ni nadie había logrado generar tanto rechazo al capitalismo en su historia como la que está provocando hoy, en todo el mundo, el neoliberalismo.
Si el capitalismo hablara, podría decir con una frase muy nuestra: “Con amigos así, para qué enemigos”.
(…) Yo espero poder gozar de tu acogida al libro que estoy concluyendo, “La mentira organizada”, en la que, para mi tristeza, parece atrapado también el otrora fogoso combatiente de la reinvidicación social.
Con un cordial saludo,
OCTAVIO QUINTERO

Nota.- No hago esta recordación para lustrarme sino porque la débil memoria que nos aqueja y la sutileza de los habilidosos neoliberales bien podría ser que nos estén preparando un cambio para que, como en la comedia del Gato Pardo, todo siga igual.

4 de noviembre de 2008

Hay que tumbar a Uribe

OCTAVIO QUINTERO
04-11-08

Hay que tumbar a Uribe, pues, encarna un régimen opresor que por fin empieza a develarse entre la opinión pública que orientan los medios de comunicación, y muy especialmente entre la opinión popular que ya debe estar revisando sus preferencias electorales de cara a las elecciones del 2010.
Y no creo que en derecho se me pueda juzgar por instar a tumbar un régimen ilegítimo que nos dio un golpe de Estado mediante una reelección alcanzada en cohecho con la parlamentaria Jidis Medina como sentenció la Corte Suprema de Justicia al condenar a la cómplice de Uribe por haberle vendido su voto a favor de su reelección.
Da coraje que tales resultados de opinión hayan tenido, y probablemente cobren todavía un costo tan alto en vidas de colombianos y colombianas que han sido exterminados por sus ideas, por sus opiniones, por su pensamiento, por su ideología o simplemente por defender sus derechos económicos y laborales (como los sindicalistas) o de propiedad como los centenares de miles de campesinos y pequeños y medianos propietarios de tierras que engrosan los desfiles fantasmales que se escapan de las fosas comunes.
Da tristeza que, a más de esas víctimas fatales, pululen hoy en las comunas más deprimidas de las principales ciudades avalanchas humanas de desplazados, mendigos, huérfanos, desocupados, drogadictos, bobos o locos, víctimas directas o indirectas de esa Seguridad Democrática y de su modelo económico neoliberal que, por demás, andan siendo reclutados y devueltos a apartados lugares del campo colombiano para ser dados de baja como supuestos guerrilleros en acción.
Resulta llover sobre mojado reiterar denuncias de columnistas muy bien documentados, y en especial de aquellos de El Tiempo y tantos otros de los distintos medios de comunicación electrónicos e impresos que han ido saliendo del closet. Las estadísticas, aunque evidentemente incompletas, de la larga noche negra que vive Colombia son aterradoras.
Pero ese no es mi punto. Para mi, lo importante en todo problema, sin subestimar los efectos, es encontrar la causa. Hasta ahora sólo estamos viendo los efectos de una política de Estado que ha matado a Gaitán, Galán, Pizarro León Gómez y Álvaro Gómez, para no extendernos en la larga lista de mártires que ha bañado en sangre a este país a lo largo de su historia y especialmente en los últimos 60 años, sin que hasta ahora la sociedad pueda darse por satisfecha de las investigaciones adelantadas ni de las penas impuestas a los presuntos criminales.
Probablemente muchos estarán frotándose las manos por los acontecimientos de los últimos días como la caída de los 27 oficiales primero y luego con la renuncia del comandante del Ejército. Quizás, entre estos cazadores de especies menores estén los propios autores intelectuales que entre ellos se esconden.
Yo no podría señalar con tanta certeza como la que tengo ahora a los autores intelectuales de los magnicidios atrás señalados, como de todos los demás crímenes de Estado cometidos a lo largo de estos años, entre otros, y también a manera de ejemplo, el de los 4.000 o más integrantes de la UP (Unión Patriótica).
Pero sí quiero decir que en estos últimos episodios, todos los caminos, como alguna vez lo dijo la senadora Piedad Córdoba, conducen a Uribe.
El sólo hecho que se haya aprovechado del macabro asesinato de un niño por su propio padre para montar un espectáculo mediático; que haya destituido dos semanas atrás a 27 oficiales y que en las últimas horas haya entregado la cabeza del propio comandante del Ejército y acusado de “cómplice de las Farc” al director de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, como desesperadas cortinas de humo a ver si la opinión pública y popular, y especialmente la internacional se distrae y confunde, nos muestra que el Halcón está desesperado y acorralado.
Yo quiero señalar hoy, con mucha claridad, que mientras no caiga el Halcón (o lo que Álvaro Gómez llamaba “tumbar el régimen”), Colombia seguirá derramando sangre, hoy a manos de Uribe, como ayer a manos de sus antecesores y mañana a manos de sus sucesores.
Por eso, quienes están aplaudiendo la templada de los instrumentos habrá que decirles que aguanten porque el concierto aún no ha empezado.

oquinteroefe@yahoo.com