14 de marzo de 2006

Movimientos telúricos en el sector colombiano de las telecomunicaciones

Desde que en 1989 se terminó el monopolio del estado en la prestación de los servicios y se permitió que personas de derecho privado participaran en la gestión indirecta de los mismos, el sector de las telecomunicaciones colombiano no vivía un momento tan agitado e incierto.

Y Lo anterior por cuenta de las futuras ventas de Colombia Telecomunicaciones - TELECOM y de Colombia Móvil - OLA, más todo el ruido que ha metido la firma del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos.

Los agentes del sector están a la expectativa del reordenamiento, no solamente regulatorio sino de cuotas de mercado, que seguramente se irá a presentar cuando dos inversionistas extranjeros, de una lista incompleta que va desde Telefónica y Telmex, pasa por Cantv y finaliza con Millicom International, se apoderen de la operación del gigante estatal, con sus más de dos millones de líneas fijas y presencia en todo el país, y del control del operador móvil que cuenta ya con 2 millones de suscriptores y el apalancamiento de las dos telefónicas locales más grandes, ETB y EPM.

Y es que si se mira la baraja de posibilidades, casi que en todas ellas existe el lugar común del monopolio privado o de un duopolio en el mejor de los casos, pues tanto Telefónica como Telmex, que son los dos inversionistas más opcionados, ya tienen ganadas en Colombia importantes posiciones en los subsectores de los servicios de valor agregado, telefonía local y telefonía móvil.

De manera que si, por ejemplo, Telmex adquiere el control de TELECOM y de OLA, estaríamos ante un escenario claro de monopolio privado regulado.

Seguramente lo más conveniente, dadas las circunstancia, es que el mercado funcione en duopolio, para que sea precisamente desde adentro, desde el mercado mismo, que se regule la calidad y las tarifas de los servicios y no el regulador (CRT) vía resoluciones e imposición de servidumbres.Al respecto el presidente de TELECOM, Alfonso Gómez, en entrevista al diario La República señala que lo primero que se debe descartar a futuro, es un sector monopolizado.

El directivo señala que Colombia no puede terminar el 2006 con un monopolio público (sic) y que lo mejor que nos puede pasar a todos es que queden dos jugadores en el mercado, con aporte de capital extranjero, y que cada operador público tenga su socio internacional.

Y remata: "La Nación no sabe operar empresas de telecomunicaciones, por la exigencia en competitividad que requiere". Léase bien: La Nación ! O sea, la organización geopolítica que conformamos todos los colombianos, el gobierno y el territorio patrio.

Sin perjuicio de la hipérbole y del sofisma distractor al mostrar como causa de la venta de TELECOM el desconocimiento que tiene la Nación sobre cómo operar empresas de telecomunicaciones, utilizados por Gómez, lo cierto es que las transacciones traerían ventajas inmediatas para el mercado de las telecomunicaciones, como menores tarifas, mayor oferta de servicios, desarrollo de infraestructura, impulso al desarrollo y comercialización de nuevas tecnologías como WiMax y crecimiento económico.

Como se sabe, la Superintendencia de Industria y Comercio debe emitir un concepto sobre las propuestas de integración, y tendrá, a partir de la fecha, máximo 30 días para emitir su concepto
Para entonces ya se habrá divulgado el monto base de la subasta de TELECOM y andará bien adelantado el proceso para seleccionar al inversionista que se quede con el control de Colombia Móvil.

Amanecerá y veremos.

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